Cinco pasos para escribir la novela más terrorífica

¿Quieres escribir una novela de terror y que tus lectores se queden petrificados? Hay miles de libros que tratan éste género, considerado por muchos uno de los más difíciles de plasmar en hojas de papel. Si es el género que buscas y quieres que a tus lectores se les ponga la piel de gallina y les cueste conciliar el sueño, te traemos los mejores consejos para que tu libro sea aterrador.

1. Lee más: Lee para inspirarte y relee aquellas historias de terror que aún te asustan. Estudia los diferentes métodos que el autor ha utilizado para sembrar el pánico. El leer te permitirá eliminar los típicos ‘’todo era un sueño’’ o esos giros en la trama mal planeados que sacan al lector de la historia. Aunque sean temas vistos y populares, fantasmas, hombres lobo, vampiros y demás seres de ficción deben ser evitados. Innova, sé diferente.
2. Comparte tus miedos: Lo que más te asuste puede ser una buena base para tu historia. Vas a saber a la perfección transmitirle al lector eso que sientes cuando eso que te asuste aparece en tu camino. Es primordial que bases tu historia en algo con lo que la gente pueda identificarse. Tus experiencias unidas al dramatismo que le pongas pueden saltar de la página hacia la imaginación del lector. Escribe lo que sabes.
3. Utiliza personajes fuertes: Evita el tópico de caer en la creación de un personaje principal que va a ayudar a un herido, eso suele ser poco convincente y puede que al lector no le importe lo suficiente como para compenetrarse con la historia, o peor aún, puede que abandone la lectura del libro. Crea un protagonista invencible. Un protagonista con sentimientos y con miedos y consigue así que los lectores se relacionen con los personajes. Mantén enlazadas las tramas para que la lectura avance de una escena a otro. Haz que el lector sienta lo que siente tu protagonista.
4. Construye el suspense de manera convincente: Una vez has logrado que el lector esté compenetrado con tu protagonista, debes comenzar a construir el terror alrededor de él. Cuenta cosas, pero reten la máxima información posible para ir creando un mayor efecto. No engañes al lector, el miedo debe estar fijado desde el principio. Tu principal objetivo debe ser afectar emocionalmente al lector.
5. Toma lo cotidiano y hazlo aterrador: Muchas historias de terror atrapan al lector porque tratan la influencia de lo sobrenatural en el mundo de lo cotidiano. Provocan en el lector una reacción de miedo porque sienten que podría ocurrir. Encuentra un punto medio y evite las exageraciones. El horror no tiene por qué ser un monstruo enorme y puertas que hacen ruido al abrirse. El miedo puede ser callado, inquieto y extrañamente modesto. Lo pequeño es a veces mejor.
¡Esperamos que te hayan servidos estos consejos y que tu libro sea un éxito terrorífico!

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