Carlos Abella: »Queremos defender nuestro derecho a ser aficionados, a ir a las plazas»


Carlos Abella Martín, escritor español y exdirector de gerente de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid , nos presenta la reedición de su libro ¡Derecho al toro! en el que además de hablarnos del lenguaje taurino y si influencia en lo cotidiano, intenta reivindicar el derecho de las personas a amar el toreo. En 1997 publicó una biografía del expresidente del Gobierno, Adolfo Suárez, reeditada en 2008. Es biógrafo de los diestros: Paco Camino, Luis Miguel Dominguín y José Tomás y autor de los libros de historia taurina: Historia del Toreo (1992) y De Manolete a José Tomás (2008).

Vivelibro (VL): Carlos, ¿por qué decidiste escribir ¡Derecho al toro! y por qué reeditarlo ahora? 
Carlos Abella (CA): Porque creo que la gran mayoría de los españoles y los castellanos parlantes ignoran la cantidad de expresiones y metáforas que están inspiradas y provienen del mundo de los toros y su simbología. Incluso los mismos aficionados a los toros ignoran la enorme influencia que el lenguaje taurino tiene en el coloquial.

VL: ¿Qué aporta el lenguaje taurino al lenguaje de nuestra vida cotidiana? 
CA: Pues la riqueza metafórica porque todos decimos que “ me esta toreando, voy a ver como lidio este problema”, “yo este asunto veo los toros desde la barrera” y “mi amigo cambio de tercio cuando le hablé de aquel problema”. Así hablamos los españoles y los que utilizan nuestra lengua.

VL: ¿Con qué expresiones del lenguaje taurino te quedas? 
CA: Me gusta mucho lo de “ cambiar de tercio”, “ dar la puntilla”, “estar para el arrastre”, “saltar a la torera”, »poner el mundo por montera”, “dar una larga cambiada” son algunas de mis preferidas además de las que ya he citado en la pregunta anterior.

VL: ¿Qué ha supuesto para tu día a día el mundo taurino? 
CA: Pues un importante enriquecimiento cultural porque en las corridas de toros y en el mundo taurino como aficionado se dan muchos de los escenarios vitales que tienen atractivo emocional, estético y cultural. El torero es el último gran héroe literario y el toro es el más impresionante animal, de una enorme belleza, agilidad, y acometividad.

VL: ¿Por qué elegiste este título para el libro? 
CA: Porque es una de las expresiones que muy bien definen “ ir a la acción”, »dejarse de rodeos”, “ ir directamente al asunto”. Pero en este reedición he querido mantener el titulo porque quiero decir que tenemos “Derecho al toro”, y que queremos defender nuestro derecho a ser aficionados, a ir a las plazas, a criar toros, a querer ser toreros, es un derecho cultural.

VL: ¿Qué van a poder encontrar los lectores en ¡Derecho al toro!?
CA: Pues además de esa riqueza de expresiones y metáforas de nuestra vida, hay también un capítulo dedicado a la peculiar denominación de los colores de los trajes de luces y otro dedicado a los refranes taurinos, que también hay muchos. “Toro veragueño hace honor a su dueño”, “Corrida de Miura cogida segura”, y una que me encanta: “ para torear y para casarse hay que arrimarse!.

VL: ¿En qué otros proyectos estás trabajando actualmente? 
CA: En una novela ambientada en la Polonia de los años setenta del pasado siglo en la que se están gestando la personalidad de Juan Pablo II y los movimientos que acabaron con el telón de acero y con el comunismo ruso, contada por el mismo protagonista de la primera novela, Las cartas del miedo, el periodista Fernando del Corral que en ésta figura de corresponsal en Varsovia de un periódico español. Y en un reedición de mi biografía de Luis Miguel Dominguín, que escribe en vida de él, en 1995.

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