Nueva reseña de «Los jardines de Ulrica», de Fernando Claramunt

Os dejamos una nueva reseña que ha recibido Los jardines de Ulrica, un libro de Fernando Claramunt, realizada por Aquilino Duque.


Me agrada la lectura de los nueve o diez capítulos iniciales, pese a la agilidad de los diálogos, la ironía de los conceptos y el ritmo de la prosa. El relato gana mucho en amenidad y acción cuando algunos personajes como el novio de Ulrica, la condesa polaca y las notorias celebridades de aberrantes comportamientos desplazan del proscenio a la fantasmagórica gerontófila. A partir de la primavera de Lexington el relato cobra interés y belleza literaria tanto en los paisajes que se describen como en las peripecias que enmarcan. Tanto don Ino, como Puffendorf, Pfefferkorn o como se diga, resultan bastante satisfechos de sí mismos, cada cual a su manera. Veo a Ulrica, mezcla de jeune fille rangée y extraterrestre. El texto a mi juicio mejora con la elevación y la sabiduría literaria de la segunda mitad. Ya sé que esto incide en la idea germinal de la novela, que más que de amor indócil es de amor hinojoso (de mero contacto de hinojos). Esto no es un juicio apodíctico, sino una humilde opinión.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *