Solo con que tú leas no es suficiente

Un año más, el mes de septiembre está a la vuelta de la esquina y si eres padre, con niños en edad escolar seguro que has estado todo el verano intentando que aunque de refilón tus niños cojan un libro y se pongan a leer entre, playa, piscina, parque… Si no ha sido así a lo mejor te cuesta un poco más la vuelta al cole. Es más, es posible que aunque tú lo hayas estado haciendo mientras estabas tumbado bajo la sombrilla en tus vacaciones, y tus hijos lo hayan visto, ellos hayan hecho caso omiso de las señales que les intentabas mandar.

Y es que está muy bien predicar con el ejemplo pero en muchas ocasiones este ejemplo no sirve de nada. Nos cuentan que los niños repiten casi todo lo que hacen los adultos y que si nosotros leemos habitualmente, los niños lo harán. Pero hay veces que no. Con este post no queremos “echar la charla” a nadie. Simplemente queremos ayudaros a que tengáis algunas que otras armas para intentar que los más peques cojan un libro antes de que vuelvan al colegio (aunque vamos un poco pillados de tiempo).

Lo principal es ser consciente de que a ciertas edades, si al niño no le gusta leer es posible que no ya no le guste nunca o que simplemente lea un libro de vez en cuando. También es importante ponerte a leer con ellos o que sean ellos quienes te lean a ti en vez de estar cada uno a lo suyo con su libro.

Ofréceles libros interesantes, libros que tú recuerdes haber leído cuando tenías su edad o libros de los que tengas referencias o de los que ellos tengan referencias. Ve con él a la librería y que sea él el que decida qué libro leer o descárgatelo en la tablet, a lo mejor leyendo en digital despierta en él mayor curiosidad. Explícale lo que no entienda, ayúdales con las palabras difíciles y poco a poco podrás conseguir que ame los libros tanto como tú o, repetimos, quizá no. Pero si finalmente es que no, tampoco hagas un drama o sigas insistiendo.

Es muy probable que cuando pase el tiempo decida de nuevo darle una nueva oportunidad a los libros o alguien cercano en ese momento para él le de un empujón con un título en concreto y sea así cuando empiece a amar la lectura de verdad.

Pero recuerda, también, si es que no por mucho que tú te pongas a leer delante de ellos, va a seguir siendo que no.

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