Tú puedes ayudar. No mires. No te calles. Por Yolanda García

En el blog de viveLibro todos nuestros autores, colaboradores y lectores tienen cabida. Y para nosotros es un gran placer que ellos colaboren con nuestros compañeros para seguir dando vida a este blog y llenándolo de contenidos interesantes para toda la familia viveLibro. En esta ocasión, a lo largo de varias semanas os iremos presentando varias píldoras sobre diversos temas que nuestra autora Yolanda García irá preparando para nuestro blog.

Su primera píldora es sobre el acoso escolar y cómo aquellos que lo sufren y también quienes lo ven desde fuera deberían actuar para acabar con una de las lacras que acechan a nuestros niños y jóvenes en el siglo XXI. La primera píldora de nuestra autora dice así, y esperamos que os encante tanto como a nosotros.

El acoso escolar es un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresividad física de unos niños hacia otros que se convierten en víctimas de sus compañeros.

A algunos chicos o chicas les cuesta entender que, al agredir, otros sufren; que aquello que te hace daño a ti también hace daño a los demás. No entienden lo que es la “empatía”, es decir, la capacidad de ponernos en el lugar del otro y ser capaz de entender sus sentimientos.

Cuando de forma continuada se meten contigo en el colegio, en el patio o en la calle, eso es acoso y, deberíamos recordar lo siguiente:

– Cuéntaselo a alguien; amigo, profesor, tus padres.
– Busca protección en algún compañero.
– Si observas que lo están haciendo a un compañero, dilo, no te calles, porque también te puede suceder a ti.

YA SABES TU ERES TAN IMPORTANTE COMO CUALQUIER OTRO.

Al hablar de acoso escolar, no podemos evitar recordar la novela de nuestra querida autora Nidia Represa, quien en su etapa en el colegio sufrió este tipo de acoso junto con el denominado ciberbullying. Nidia quiso contar parte de su historia en forma de novela en su libro Bajo mi piel, una historia que ha servido a muchos otros niños y adolescentes a superar este problema. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *