Un poemario que al igual que todo lo que hace en su vida diaria se mueve por los impulsos del corazón, como los detalles que nos desvela sobre Fascículos de ti en esta entrevista que os dejamos a continuación.
viveLibro (V): ¿Cómo te iniciaste en el mundo de la poesía?
David Casanova (DC): Bueno, en casa de mis padres aún abres un cajón y encuentras “un intento de poesía” de cuando era pequeño. No sé a qué edad deje de escribir pero hace unos años cree una página de Facebook donde quise contarle a mi gente mi experiencia en el Camino de Santiago. Nunca llegué a escribir sobre eso pero colgué un par de textos, se empezaron a compartir, en un mes tenia mil seguidores y gracias a eso hoy por hoy aún no he podido parar, sigo haciendo “intentos de poesía” (risas).
V: ¿Qué tipo de poesía podrán encontrar los lectores en Fascículos de ti?
DC: ¿La verdad? No entiendo de poesía, me pierdo entre el romance y el romancillo y hasta hace poco no encontré el placer de leer. A sí que escribo todo lo que me viene a la cabeza, creo que a eso le dicen verso libre ¿no?. En Fascículos de ti cuento una historia que nos podía haber pasado a todos. Son textos de amor escritos con mucho cariño, con ápices de actualidad, un poco de política, de mi vida, de la vida de aquellos que lo leen y también con algo de sexo. Creo que en parte es la historia de todos; soñar con esa persona, encontrarla, tenerla, perderla y por último, recuperarse y volver a empezar.
V: ¿Por qué te sientes “prisionero entre un millón de estrellas”?
DC: (risas) Bueno esto es algo que mucha gente me pregunta y creo que la respuesta escrita no tiene tanta gracia. La verdad es que siempre he mirado a mi alrededor y he estado rodeado de estrellas, siempre alguien resaltaba por algo. A alguien se le daba bien cantar, a otro tocar la guitarra, había quien siempre sacaba sobresaliente en los exámenes, mi madre hacia el mejor bollo del mundo y veía que todos resaltaban por algo que les hacía lucir de manera especial. Si alguien decía que iba a poner la silla al otro lado de la sala iba y lo hacía, y joder, quedaba perfecta. Pero a mí… ¿A mí que se me daba bien? De ahí lo de Prisionero entre un millón de estrellas.
V: ¿Se puede vivir una vida “guiado por los impulsos de un solo corazón”?
DC: Yo lo hago y ya tengo 30 años. Creo que el corazón es el motor de la vida, la cabeza siempre da demasiadas vueltas e intenta que hagamos siempre lo correcto, pero si siempre hubiese hecho caso a lo que me dice mi cabeza no estaría donde estoy, no sería como soy y sobre todo, no hubiese vivido mi propia vida. Por supuesto que sí, se puede vivir la vida guiado por los impulsos de un solo corazón… ¿Hay más formas de vivirla?.
V: ¿Dirías que la poesía tiene propiedades catárticas?
DC: Uf, buena pregunta. Creo que cualquier palabra que leamos o escuchemos tiene esas propiedades. Creo que siempre después de leer algo o tener una conversación con alguien tenemos el deber de pararnos a reflexionar sobre ello y evidentemente es algo que nos puede cambiar nuestros sentimientos en solo un instante o incluso nuestra forma de ver las cosas. En muchas ocasiones he podido ver como algunos escritores se convierten en coach de la felicidad del lector y sus libros llegan a convertirse en libros de autoayuda sin que el lector sea consciente de ello. Evidentemente, sí.
V: ¿Qué les dirías a los lectores para animarles a leer Fascículos de ti?
DC: Esta es de las preguntas más difíciles que me han hecho y posiblemente la que más odie responder. Aquí entra un poco en juego mi manera de pensar y mi opinión sobre la poesía actual y sus cuatro títulos más vendidos. Yo me considero una persona desconocida y puedo asegurarte que los mejores libros nunca los he encontrado en las estanterías de las mejores librerías. No sé hasta dónde llegara Fascículos de ti pero por las opiniones de los que ya lo han leído espero que siga donde está, prefiero que se quede en un buen libro, a que sea el más vendido. Si alguien quiere leerlo lo encontrara, descubrirá textos que seguramente hablen de sí mismos y lo más probable es que disfruten de la lectura. ¿Me recomiendo? Claro que sí pero por favor, que lo traten con el cariño con el que yo lo he escrito.
