¿Quieres plasmar tus ideas sobre el papel? ¡Hazlo!

Todos tenemos falta de imaginación y delirios de grandeza por momentos alternos. Muchas veces miramos por la ventana como esperando que una corriente de motivación entre y nos sople con su movimiento mágico. Está ahí fuera, solo hay que saber esperar… Y acabamos contando el gotelé de la pared…


¡Pon y ponte! Es cuando decides levantar la mirada, lanzarte a la hazaña por maraña que sea, cuando te pruebas, es ahí con la pequeña práctica cuando vuelas. Lo más difícil siempre es empezar, simplemente no pienses cómo, hazlo. Es cuestión de escribir sin más miramientos, darte cuenta de tus errores, analizar nuevas posibilidades… y sin darte cuenta, ya estás dentro, motivado.

Así que equivócate, porque no es más alto el que nunca cae, sino el que se sabe levantarse. Escribe ideas y piénsalas después.

En ocasiones diversificar los sentidos aplicados en la tarea puede ayudar, es decir, dibujar atrae historias que se visualizan y escriben en tu cabeza, para empezar; y escuchar música, ambientes o voces, probar a tocar y dejarse llevar… el mismo caso.

Dicen que la mirada más bella procede de dentro, que son tus sentidos los que dictan la verdad y que lo que crees, creas.

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