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Las personas que aman la lectura y la escritura, saben la de ventajas que puede aportar un libro en el día a día y la de conocimientos que absorben en cada una de sus páginas. Por esa razón, es lógico que los amantes de la literatura quieran transmitir este hábito y pasión a sus hijos o a los niños que rodean su entorno más cercano. Disfrutar leyendo cada una de las páginas, aprender historias, evadirse de la rutina, fomentar la imaginación, ampliar el vocabulario… son algunas de las infinitas ventajas que aporta la lectura a las personas.
No es de extrañar que los lectores y escritores pretendan que sus hijos adoren los libros tanto como ellos, pero ¿cómo conseguimos que surja en los pequeños el amor por la literatura? No se puede obligar a nadie a que adquiera los mismos gustos que tú, pero podemos introducir a los niños el hábito de lectura y que en el futuro decidan si la lectura forma parte de sus pasiones.
¿Por dónde podemos empezar?
La oferta existente en el mercado de literatura infantil es muy amplia y probablemente te preguntarás por qué libros e historias es conveniente comenzar. A la mayoría de los niños los libros les resultan altamente interesantes, porque en su interior encuentran un mundo desconocido: colores, ilustraciones, historias, personajes interesantes, lugares inexplorados… es decir, los libros cubren sus necesidades de curiosidad y entre las páginas encuentran su primer manual de como es el mundo.
Para comenzar poco a poco, existen juguetes infantiles con forma de libros para los bebés, que buscan introducir el formato desde una edad muy temprana. Estos pequeños libros promueven la exploración y lectura sensorial del niño. Suelen ser libros de felpa con múltiples sonidos y texturas para que los bebés investiguen con los cinco sentidos. Los bebés pasan estas páginas de felpa y descubren muchas sorpresas y magia en su interior, les encanta. Familiarizar a los pequeños con el formato libro gracias a estos juguetes es una forma ideal de empezar.
El objetivo de estos pequeños libros es ofrecer al pequeño una inmensidad de sorpresas y aprendizaje de forma divertida y mágica. La literatura infantil por norma general, debería ofrecer a los niños historias desconocidas que amplíen su imaginación, les divierta y al mismo tiempo les haga aprender. Los libros didácticos que no ofrecen a los niños respuestas a su curiosidad, no les planteen dudas o les haga reflexionar no aportarán nada a los niños e incluso no harán que amen la lectura. Es cierto afirmar que los niños son esponjas y la infancia es la mejor edad para adquirir conocimientos, pero no se puede sobresaturar a los niños de información didáctica que no entienden porque no van a comprender la necesidad de adquirir esos conocimientos que no les resultan interesantes. No pongas excusas y digas que los tiempos han cambiado y que ahora los niños reclaman otro tipo de entretenimiento antes que leer. Los niños tienen tiempo para explorar todas las formas de jugar posibles y los libros pueden ser una de estas formas de diversión.
En este post queremos ofrecerte algunos consejos para acercar los libros a los niños y que adquieran la lectura, ya no como un hábito que favorece su aprendizaje, sino como una forma de viajar por el mundo a través de las hojas de un libro, un mundo que no tiene límites.
Consejos para fomentar la literatura entre los más pequeños
Los padres somos los protagonistas en sus primeras lecturas porque, lógicamente, los más pequeños de casa no saben leer. Conseguir que gracias a tus lecturas los niños necesiten aprender a leer para no parar de devorar libros, es el mayor éxito que existe. Como padre te resultará muy satisfactorio que tu hijo te busque con un libro en la mano para que comiences a leérselo y le ayudes a descubrir qué historias esconden las páginas.
Consejos: si tu hijo aún no sabe leer
El primer consejo que podemos ofrecerte es lee a tus hijos todos los días libros. Tu entonación, tu voz y los sentimientos que introduzcas mientras lees (sorpresa, preocupación, tristeza, alegría, incertidumbre…) pondrán más intensidad a tu lectura y llamará aún más la atención de tu pequeño. No es necesario que tengas una enorme biblioteca llena de libros infantiles. Puedes inventar cada día una historia nueva o preguntar a tu pequeño que quiere que suceda está vez en la historia. El avance de su imaginación puede sorprenderte y quién sabe si estas formando a un futuro escritor capaz de inventar maravillosas historias.
Tú eres el mayor referente de tu hijo. Si él te ve leer, él va a querer leer. Podéis compartir momentos de lectura juntos en el cual tú lees tu libro y él el suyo. También es importante que aprenda a leer en silencio. Muchas veces los niños encuentran miles de distracciones a su alrededor cuando no leen en voz alta porque concentran menos sentidos y se fijan más en los estímulos externos.
En niños que todavía no saben leer o lo hacen (aún) de forma muy básica, busca historias que apuesten por una estructura repetitiva. Múltiples libros repiten una y otra vez en sus páginas el mismo párrafo o las mismas líneas. Estos libros ayudan a los niños a saber que en la siguiente página va a suceder lo mismo y se añadirá una idea nueva más. Estas lecturas favorecen que los niños relacionen ideas entre diferentes hojas y sobre todo a tener en cuenta que, aunque este en diferentes hojas, todas las palabras son importantes para completar la historia.
A los niños, al igual que a los adultos, les encanta repetir sus lecturas favoritas. No pares de leer a los niños la misma historia una y otra vez. Cuando los pequeños conocen lo que va a pasar se atreven más a intentar leer por si solos, porque pierden el miedo a equivocarse. Además les encanta descubrir que saben leer ese libro que tanto habéis compartido. No obstante no te olvides de ofrecer títulos nuevos para ayudar a tu hijo a descubrir cuáles son sus gustos. Por eso cuantos más libros le leas más le ayudaras a descubrir que lecturas satisfacen sus gustos literarios y cuáles no.
Consejos: las ventajas de leer en voz alta
Conforme el niño va creciendo y aprendiendo a leer, es muy recomendable que pidas a tu hijo que sea él el que lea para ti. Acompaña a tu hijo en su lectura en voz alta, déjale que vaya aprendiendo a expresar sus sentimientos, que mejore su entonación y así fomentarás su aprendizaje. Es cierto que el niño debe coger cierta independencia, pero recuerda que este proceso va poco a poco, para el niño tú has sido su primer estímulo dentro de la lectura y sigue necesitando demostrarte que está avanzando, aprendiendo y que desea seguir compartiendo estos momentos a tu lado. La rutina de lectura hará avanzar su habilidad.
Habla con tu hijo sobre qué le parece la lectura y comparte opiniones y puntos de vista con él. Enséñale que existen sus propias opiniones sobre la lectura, descubre si le gusta o no la lectura y que te diga que desearía el leer. Favorece el debate acerca de la lectura. Para ello debes leer los libros que él lea, tu hijo sentirá que compartís hobbies y que su opinión puede ser o no igual que la tuya, pero es importante y te preocupa.
Leer en voz alta tiene múltiples ventajas para tu hijo y te facilita observar su avance. Observaras que puntos debe mejorar, favorecerás su entonación, su expresión y muy importante: ayudarás a tu hijo a potenciar sus habilidades de hablar en público. Es esencial que el niño pierda el miedo a hablar en público, que asuma que no tiene importancia equivocarse y rectificar y adquirirá tablas para normalizar las situaciones de leer en público. Muchas veces nos olvidamos de la importancia de potenciar la costumbre a hablar en público desde pequeños. Recuerda que su confianza a participar en clase o leer ante otras personas crece con cada lectura que realicéis juntos.
Cada niño tiene un ritmo personal de aprendizaje, adáptate
Si has tenido otros hijos, ten en cuenta que cada persona tiene su propio ritmo de aprendizaje. No te asustes ni te agobies si tus hijos no tienen las mismas habilidades de lectura a pesar de tener la misma edad. Busca el equilibrio entre tus dos pequeños y adáptate tú a ellos, no hagas que tus hijos se adapten a lo que tú crees que es el ritmo adecuado. Si les presionas demasiado lo único que haces es atrasarles y perjudicarles. Recuerda que lo que buscas es que tus hijos adquieran experiencias satisfactorias con los libros no presiones innecesarias, ya que, relacionarán la lectura con algo negativo.
Si se equivocan ¡no pasa nada! Equivocarse forma parte del aprendizaje. Procura que tus hijos no tengan miedo a equivocarse y lo vean como algo común, que les pasa tanto a ellos como a los adultos.
Visita con ellos una librería o una biblioteca y que observen la cantidad de opciones entre las que pueden elegir. Animales a que existen múltiples formas de elegir una lectura: por su portada, por sus ilustraciones, por el autor, por el escenario donde se desarrolla la historia… ellos mismos sabrán si la forma de elección ha sido eficaz y satisface sus necesidades y sus gustos de lectura.
En viveLibro nos preocupamos por ti, esperamos que gracias a estos consejos consigas inculcar a tu hijo la pasión por la lectura. Recuerda que en nuestro blog, no paramos de publicar consejos que pueden serte útiles, ¡visítanos¡ te esperamos.
