V: Eduardo, cuéntanos un poco más de ti…
RE: A los 15 años en el año 1973, mi familia al completo nos trasladamos desde Zaragoza a Barcelona. Mi padre era médico y pidió un traslado a un pueblo llamado Montgat a 10 kilómetros de la capital catalana. El objetivo familiar era que los seis hermanos no nos desperdigáramos por la geografía española en nuestra etapa universitaria. La familia unida es importante.
Era el final del franquismo y Barcelona sin duda era la capital cultural de España. Aunque yo siempre me he sentido muy aragonés, pensé que podría ser una experiencia muy positiva, sin embargo pronto me di cuenta de lo que se avecinaba. No me gustaba y fui muy crítico. Fue cuando desarrollé con apenas 17 años mis teorías del Extremo Centro, fundamentales en el impulso de mi libro “El Liberalismo Social”
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V: ¿Cómo nace en ti la pasión por escribir y cuándo decides lanzarte a publicar este libro?
RE: Yo no tengo una especial pasión por escribir. Yo solo pretendo llamar la atención a esa gran mayoría silenciosa catalana y del resto de España, sobre los negros presagios que nos llegan y del mundo que vamos a dejar a las nuevas generaciones. Por ello intento abrir un debate social sobre nuestro modelo de estado y la urgente necesidad de lograr una drástica regeneración política y social.
V: ¿Cómo surge la idea de escribir “La tercera vía. El liberalismo social”?
RE: Este libro es parte de otro libro mucho más extenso. Yo solo pretendía explicar más de cuarenta años de lucha contra todo y todos. Me siento, ¡soy! una víctima del nacionalismo catalán por no querer participar con el adoctrinamiento a nuestros hijos en el odio a España, ni participar de la expansión de los mitos y mentiras del nacionalismo y menos aún del proceso separatista catalán, fui castigado y depurado por el Reich pujolista que surgió en los años 80. Ahora llevo dos años exiliado de Cataluña. En este rincón español existen varios centenares de víctimas por las mismas razones que yo, que son despreciadas por el nacionalismo y pisoteadas por el constitucionalismo político y social. Seguramente las conciencias de tantos años escondidos en sus armarios por temor a ser señalados, no les permite darles Justicia y Reconocimiento a estas primeras víctimas directas.
Yo solo quería expresar este cúmulo de diversas vivencias, experiencias y reflexiones, unas pensadas con la cabeza, otras con el corazón y otras desde las vísceras. Me recomendaron dividir el libro en dos, y este es el resultado del primero. El segundo libro, aún no publicado estoy ya a punto de concluirlo, en estos momentos su título es “El precio de mi libertad”.
Soy una persona muy normal pero políticamente incorrecto, en el fondo soy un antisistema. Me niego a formar parte de una sociedad plena de corrupción y de egoísmo, y vacía de valores y principios; en la que ser honesto y honrado suponga una desventaja y en la que solo se premie a delincuentes y sinvergüenzas. Para ello tengo dos lemas básicos en mi forma de ver y estar en la vida: “Si luchas puedes perder, pero si no luchas ya has perdido” y otra que tengo escrita en serigrafía en la cabecera de mi cama cuyo autor es el filósofo y escritor Jiddu Krishnamurti que dice: “No es saludable estar bien adaptado en una sociedad profundamente enferma”.
Sé que este libro, hoy por hoy, es una utopía, pero solo aspiro a plantar una semilla por si alguien la quiere regar para que pueda germinar algún día. Es un boceto de una casa que necesita un aparejador o un arquitecto que perfeccione el proyecto, y un constructor que haga realidad este sueño.
V: ¿Qué van a encontrar los lectores en este libro?
RE: Intento dar a entender a la sociedad que estamos en fase terminal de una enfermedad muy grave. Que hemos logrado el mejor y mayor sistema de bienestar y desarrollo de la historia que no hemos sabido hacer sostenible ni justo, porque a medida que iba creciendo íbamos perdiendo los valores y principios sociales que están destruyendo este bienestar y desarrollo.
Hemos llegado al cenit. El sistema no da más de sí. Estamos iniciando un peligroso declive en el que se contempla un no deseado final por parte de casi todos, pero carecemos de fuerzas para reaccionar porque estamos fatigados y somnolientos en la olla que empieza a hervir.
V: ¿Por qué crees que han fracasado los modelos comunistas y liberales?
RE: El comunismo ha fracasado por la falta de libertad para desarrollarse individualmente las personas, ni siquiera pretendía el desarrollo de sus ciudadanos.
El liberalismo ha fracasado por el abuso de los grandes y poderosos sobre los pequeños y débiles. Al liberalismo le ha faltado talante social y empatía hacia los más débiles. La economía ha de estar al servicio de la sociedad y no al revés. La social democracia es una simple excusa para captar votos, a nuestros políticos de partidos de izquierdas les ha preocupado muy poco el bienestar social, solo lo ha utilizado para lograr el poder, y con él la corrupción generalizada.
V: ¿Cuál es en pocas palabras este nuevo modelo económico y de convivencia qué propones en tu libro?
RE: España es de los españoles por lo tanto todos somos propietarios de una parcelita de nuestro país. Esta parcela nos ha de dar a cada uno de los españoles lo mínimo para vivir en una sociedad en la que cada individuo, cada pueblo, cada ciudad, cada región, cada país… ha de ser producto de su esfuerzo. Por ello los conceptos básicos de este nuevo sistema de convivencia se basan en la Justicia Social y la Libertad Individual. Cada uno ha de ser lo que quiera ser y vivir como quiera vivir, y el Estado ha de proporcionarle todas las herramientas para lograr ser feliz como quiera serlo.
V: En todo el proceso de escritura, ¿qué ha sido lo más fácil y lo más complicado a la hora de dar forma a La tercera vía. El liberalismo social?
RE: Cuando se tienen las ideas claras y se es consciente de la necesidad del cambio, el mensaje resulta muy fácil de explicar, otra cosa es que este mensaje sea fácil de entender y compartir por una sociedad egoísta e insolidaria que necesita aún darse cuenta de la necesidad del cambio porque estamos enfermos en fase terminal.
V: ¿Quiénes son los autores que te han inspirado a escribir este libro?
RE: ¿Inspiración? Siempre he intentado en no contaminarme de otras ideas por muy prestigiosas que sean. Más bien mi inspiración proviene de la propia sociedad. De nadie y de todos al mismo tiempo. Todo o casi todo el contenido es inspiración propia, que se ampliaba con cada debate entre amigos y desconocidos. Para mí la política es el bien común, para la mayoría de la sociedad, es el interés propio aunque sea injusto.
V: ¿Qué dirías a los lectores para que se llevaran a casa a La tercera vía. El liberalismo social?
RE: Sin duda van a leer un libro que va a decir cosas diferentes. Que puede abrirles los ojos y la esperanza que otro mundo es posible. Que puede sonar a utopía pero que si es crítico con la sociedad actual puede servirle para reflexionar y apuntarse a la lucha por lograrlo. Persigo una Revolución de conciencias que nos corrija la dirección suicida que llevamos.
V: ¿Conseguiremos en este siglo una sociedad más justa?
RE: Sin respuesta social es imposible una sociedad más justa, no confío en nuestros políticos, falta un liderazgo en España y en el mundo. Yo creo que existen teorías de la conspiración que nos acercan a ese mundo que predecían George Orwen en su libro “1984” o a ese “En un mundo feliz” de Aldous Huxley. Sin olvidar las diferentes teorías surgidas durante estos meses con la crisis sanitaria del coronavirus.
Yo pretendo evitar estos mundos a los que parece que vamos encaminados.
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