Quizá esto sea uno de los pasos más complicados, por lo que desde este post os ayudaremos a clarificar esta cuestión.
En las obras narrativas, un narrador presenta una acción o sucesión de acontecimientos en la que participan una serie de personajes que se ubican en un espacio determinado y durante un tiempo preestablecido. Todos estos componentes vienen a ser los elementos de la narración.
El narrador: puede ser externo a la acción, cuando relata los hechos en tercera persona sin participar en ellos, o interno, cuando relata los hechos en primera persona formando parte de la historia a través de un personaje. Normalmente, el narrador externo suele ser omnisciente, esto es, conoce todo sobre los personajes que forman la obra.
Los personajes: son los encargados de desarrollar los acontecimientos que vemos narrados en la obra. Sus características se transmiten a través de sus acciones, diálogos y descripciones. El personaje más importante es el protagonista y el antagonista es el personaje que se opone a él.
La trama narrativa: es el conjunto de acciones o sucesos que se desarrollan durante la narración. Estos acontecimientos se sitúan en un tiempo y espacio concretos, y según su estructura podemos diferenciar entre cuentos, relatos o novelas, entre otros.
Tener estos tres elementos claros y desarrollarlos en nuestra mente o en un pequeño esquema en papel, puede ayudarnos a acabar con esos parones que se sufren cuando nos ponemos a escribir nuestra novela, cuento o relato.
