¿Cómo elegir el título de un libro, novela o relato?

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Así como la sinopsis de un libro es capaz de enganchar a los lectores, el título es muy importante para hacer que se interesen por la obra. Algunos autores escriben de forma fluida sus historias pero cuando llega el momento de asignarles el título le generan dudas acerca de cuál opción elegir para desarrollar el interés de las personas.

Y es que no se trata de cualquier cosa, pues el título debe resumir en una pequeña frase el argumento del tema o la historia que se está planteando. Además es indispensable que sea sencillo y asimilable para cualquier persona.

Son muchos los aspectos a tener en cuenta en el momento de proponer un nombre o título original a nuestro libro. Pero no te preocupes, sólo debes dejar volar tu imaginación y estudiar algunas de las opciones que más te interesan para poder lograr el objetivo planteado.

Si quieres que tus lectores se sorprendán al ver o escuchar el título de tu obra solo necesitas tener en cuenta algunas cuestiones, cómo por ejemplo qué es lo que deseas expresar, para quiénes escribes y qué efecto deseas causar con ella.

Características de un buen título.

Antes de definir el título de tu libro, es importante que tengas en cuenta algunos aspectos que caracterizan un buen nombre para una obra; entre ellos encontramos:

  • Alude a la narración: En el título de una obra debe darse una idea de lo que ocurre dentro de la historia. Puede hacer referencia a un lugar o un personaje en específico.
  • Síntesis de los argumentos: El título se trata de una frase en la que se expresa un resumen de lo que ocurre dentro de la historia. Incluso puede ser una especie de adelanto, por lo que se le considera descriptivo.
  • Seducir: Un buen título es aquel que seduce al lector y despierta su curiosidad. Puede usarse una frase sorprendente, usar el doble sentido, entre otros métodos; en estos casos no es tan sencillo construirlo pero puede ser una forma interesante de atraer a los lectores.
  • No posee frases literarias: No es muy recomendable utilizar frases literarias para identificar el título de un libro, ya que en vez de atraer lectores puede crearles confusión y hacerles abandonar la idea de comprar la obra.

Tipos de título para libros.

Aunque depende del autor la forma que utilizará para titular su obra, existe una clasificación de los tipos de identificación de un libro que pueden utilizarse; entre ellos se encuentran:

  • Clásicos: Los títulos clásicos son aquellos que son utilizados por algunos editores con mucha frecuencia y desde hace un buen tiempo. Estos suelen estar compuestos por: sustantivo + adjetivo; adjetivo + sustantivo; sustantivo + preposición “de” + sustantivo. Un ejemplo muy claro y común de este tipo de título puede ser “Juego de Tronos”.
  • Largos e intrigantes: Es una de las modalidades más interesante de titular un libro. Se trata de escribir una frase bastante larga y llamativa que despierte la curiosidad del lector y le incite a leer la historia. Uno de los mejores ejemplos de este tipo de título es “Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo” (Espinosa).
  • Frases prefabricadas: Se trata de los títulos compuestos por frases o refranes ya existentes, así como ciertas metáforas. Un ejemplo de este tipo de título es “Amigos con beneficios”.
  • Contraste: Se refiere a los títulos en los que se mencionan dos elementos totalmente opuestos, por lo que suelen llamar la atención, tal como ocurre con “Cuando Hitler robó el conejo rosa”. Por supuesto es una frase impactante pues es muy difícil relacionar a un personaje de la historia como Hitler con un conejito de ese color.
  • Sólo una palabra: Puede usarse sólo un sustantivo o una combinación de un artículo con un sustantivo, el cual genera cierto carisma y despierta la curiosidad del lector. Uno de ellos puede ser “Hércules” y “El Principito”.

Recomendaciones para crear el título de un libro

Un buen título es aquel que atrae, intriga y sugiere. Además debe contener el estilo propio de la obra. Algunas recomendaciones para lograrlo son:

  • Lluvia de ideas: Una vez que has finalizado de escribir tu obra, una buena forma de encontrar un título es a través de una lluvia de ideas. Para ellos debes escribir en una hoja todas las posibles opciones de nombres para el libro. No te contengas, escribe lo que se te ocurra. Cuando lo tengas dejala reposar unos días y vuelve a revisarla. Quizá allí encuentres justo lo que estabas buscando.
  • Relee el texto: En muchas ocasiones el título del libro lo has escrito dentro de la historia y ni cuenta te has dado. Puedes sacarlo de una frase importante en la que se define de qué va la historia sin contarla abiertamente; incluso puede ser un fragmento de diálogo que despierte la curiosidad de los lectores.
  • Leimotiv de la historia: También puedes obtener el título escribiendo varias frases en las que expreses de qué va la obra. Para ello debes analizar las relaciones que surgen entre los personajes principales, la localidad donde se desarrolla la historia, el conflicto central, entre otros aspectos propios del libro.
  • Indaga sobre libros similares: Puedes realizar una lista con los títulos de las obras que tratan una temática similar a la de tu libro y analizar posteriormente el elemento que tienen en común y que los hace tan llamativos para ti. Allí puedes encontrar una opción adecuada para el título.

Reunidos pensando a como titular una novela

Ideas para titular un libro

  • Nombre de un personaje: Suele ser bastante común el uso de los nombres del personaje principal de la historia en el título de la obra. Es una forma de divulgar no sólo el libro sino dicho personaje, tal como ocurre con Harry Potter.
  • Alusión al personaje principal: Otra forma de construir el título de una obra consiste en una frase que aluda a lo que realiza el personaje principal. Un ejemplo de ello puede ser “El monje que vendió su Ferrari”. También puedes usarlo cuando se trata de varios personajes como “Los brujos de Chávez”.
  • El sitio donde se desarrolla la historia: Es bastante común encontrar títulos de libros basados en el lugar en el cual se desarrolla toda la acción de la historia narrada. Por ejemplo “Ohio”, del escritor Sherwood Anderson. También puede ser el nombre de una estación de trenes, un pueblo, un río, entre otros.

También puedes jugar con la mezcla del nombre del lugar con el del personaje principal; por ejemplo: “Anna de las Tejas Verdes”, de la escritoria Lucy Maud Montgomery.

  • Fechas: Es un método interesante para titular un libro. Puede utilizarse el mes y el año como es el caso de “Noviembre de 1918” de Alfred Döblin. Estas frases evocan directamente a una época específica que indica al lector la temporalidad en la que se desarrolla la acción de la historia.
  • Palabras de otra obra: Otra opción para establecer el título de un libro es tomar palabras de otra obra y parafrasearlas o utilizarlas tal cual han sido escritas. Por ejemplo, “El espejo se rajó de parte a parte”, escrito por Agatha Christie, hace alusión a una frase de Tennyson escrita de la siguiente manera: “Voló la telaraña y flotó lejos; El espejo se rajó de parte a parte”.
  • Frases explícitas: Se trata de una opción en la que el escritor puede titular con una frase muy explícita acerca del tema del libro, tal como hizo Gaston Leroux en su obra “El misterio del cuarto amarillo”, la cual obviamente trata acerca de una historia de misterio que se desarrolla en una habitación que tiene las paredes revestidas en amarillo.
  • Elementos determinantes: Otra alternativa que tienen los escritores para definir el título de su obra es seleccionar algún elemento importante en el desarrollo de la historia contada, la cual será también un pequeño resumen de ésta. Un ejemplo claro de ello es el libro de Dashiell Hammett “El halcón maltés”.
  • Nombres de canciones: Una de las modalidades que también existen para titular un libro es buscar la inspiración en el nombre de alguna composición musical o canción que el escritor relacione con la obra en cuestión, tal como hizo Lev Tolstói para su obra “La sonata a Kreutzer” o Joseph Roth en “La marcha Radetzky”.

Aunque parece sencillo, elaborar un título que exprese abiertamente los aspectos más importantes de un libro no es una tarea fácil y sencilla. La gran ventaja es que contamos actualmente con una gran variedad de opciones por las que podemos guiarnos para lograr la construcción de las palabras correctas que definan exactamente la historia que narramos.

Todo depende, en gran parte, de lo que el autor desea lograr, la temática que plantea en su libro y la forma como desea cautivar a sus posibles lectores. De todas formas, esperamos que toda la información aquí planteada te sirva como una guía efectiva para que puedas concretar esa frase cautivadora que necesitas para hacer que tu obra no pase desapercibida en las bibliotecas.

 

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