V: Cuéntanos un poco más de ti…
RE: Me defino como una persona caóticamente caótica, complejamente sencilla, que camina con el corazón en la mirada y los pies en la tierra (nótese que esta puede estar a unos cuantos metros de altura). Igualmente, soy una persona que adora compartir su tiempo con otras personas, pues es lo que más felicidad me aporta en el mundo. Ahora bien, también necesito mis “intervalos asociales” (como yo los llamo) e introspectivos para poder seguir volando con fuerza y, sobre todo, ligereza.
Asimismo, aunque tengo unos principios y valores éticamente fieles a mí, me encanta conocer personas y culturas muy diferentes a mí. Me confieso como una curiosa insaciable, con adicción a las experiencias que me hagan crecer.
V: ¿Cómo nace en ti la pasión por escribir y cuándo decides lanzarte a publicar un libro?
RE: Lo cierto es que yo no soy protagonista de una de esas historias en las que las personas escriben desde que eran niños. No obstante, mi historia con la escritura la considero muy especial pues es una relación que se viene fraguando desde mis 20 años cuando, fruto de mi inaptitud oral para expresar lo que sentía, brotaron de mí las palabras escritas. En este punto, me gusta citar a Fernando Pessoa cuando, muy acertadamente, expresó que: “La literatura, como el arte en general, es la demostración de que la vida no basta”.
En lo que atañe a la publicación del libro, puedo decir que ello responde a una doble razón. Por una parte, obedece a un fin eminentemente personal pues ver todos esos escritos en un libro me produce una gran satisfacción personal. Por otra, tengo muy presente que a mí me ayudó muchísimo leer a otros libros, o, mejor dicho, vidas. Por ello, y sin grandes pretensiones, si estas líneas desordenadas pueden ayudar/hacer pensar/reflexionar/sentir/inspirar a otras personas, me sentiré todavía más feliz.
V: ¿Cómo surge la idea de Devagar?
RE: En honor a su nombre, Devagar es fruto de un largo “proceso de mesilla”. Me explico, Devagar contiene textos escritos a lo largo de siete años y, aunque muchos de ellos hoy no los escribiría así, forman parte de mí y me han ayudado a ser quien soy hoy. Como en su día dijo Miguel Ángel Buonarroti: “Ancora Imparo”. Por tanto, Devagar no nace de repente un día, sino que, por el contrario, crece en línea diacrónica a mis pasos y caídas.
V: ¿Qué van a encontrar los lectores en este libro?
RE: En este libro no van a encontrar construcciones gramaticales perfectas ni bellos versos entrelazados. Muy al contrario, encontrarán diversas emociones (alguna ni sabría ponerle nombre) y palabras desordenadas que, con suerte, podrán hacer florecer algo en aquel que las lee.
V: ¿Cuéntanos qué hay de personal en este libro?
RE: Pues lo expresa muy bien mi amiguísima Natalia en el prólogo, este libro soy yo y mis emociones en diferentes puntos de mi vida. Obviamente, existen partes que han sido inspiradas por conversaciones y conductas de otras personas. Ahora bien, yo siempre he sido partícipe de tales experiencias. Por ello, habito en cada línea.
V: En todo el proceso de escritura, ¿qué ha sido lo más fácil y lo más complicado a la hora de dar forma a Devagar?
RE: En cuanto a lo más fácil, podría indicar que ha sido escoger el título, ilustraciones y sinopsis pues, aprendí que cuando soltaba y me dejaba llevar, las cosas/causas llegaban a buen puerto.
Por su parte, en relación con lo más complicado, puedo afirmar que ha sido identificar cuándo debía de ser publicado. En otros términos, dejar de darle millones de vueltas y abandonar la utópica quimera de la perfección. ¡No es perfecto y está bien! Tampoco puedo dejar de mencionar el miedo que siente uno al exponer sus vulnerabilidades. Efectivamente, identificar las vulnerabilidades propias y dejar que otras personas las lean no es tarea fácil. Ahora bien, aún con miedo(s), ¡os animo a hacerlo sin lugar a duda!
V: ¿Cómo te decantas por este título para tu libro? ¿Barajaste más opciones?
RE: Devagar es una palabra portuguesa que significa en español, “poco a poco”. Devagar es un término muy importante para mí, que me abraza fuerte y del que he aprendido tantas cosas… Es uno de mis “conceptos brújula” que apareció abruptamente en mi vida en una inesperada y virulenta tormenta interna. Y odiando ese “poco a poco” en español, lo hice mío en portugués; lengua que adoro por muchas razones (por ello, parte de la contraportada está en portugués y la sinopsis tiene relación con el país de Portugal).
En este orden de cosas, no barajé otros títulos pues, ciertamente, jamás podría haberse llamado de otra forma.
V: ¿Quiénes son tus autores referentes?
RE: Como siempre, me cuesta hacer listas taxativas… Sin embargo, y sin ánimo de ceñirme solo a ellos, puedo citar algunos de mis favoritos: Rosa Montero, Antoine de Saint-Exupéry, Neruda, Alejandra Remón, Pessoa, Eloy Moreno, Benedetti, Jorge Bucay, Elvira Sastre, Miguel Gane, Pedro Salinas…
Asimismo, otros “autores” referentes son las personas que más quiero de mi vida: familia y amigos.
V: ¿Qué es lo que te gusta leer en tus ratos libres?
RE: Mis lecturas dependen mucho de mi momento personal y de lo que en ese momento necesite leer. Hay ocasiones que leo para aprender y mejorar en algunos campos/facetas de mi vida; otras que leo para entenderme en las líneas de otras personas; otras busco una historia en la que poder navegar para evadirme… Con los libros me pasa como con la música, no podría vivir sin ellos, pero depende mucho del momento de mi vida en el que me encuentre.
Por ejemplo, cuando escribo estas líneas, en mi cabeza suena “Esencia” de Ketekalles y leería a Concepción Arenal. Sin embargo, si volvemos a hablar a las 18:00 horas, tal vez suene “Día Raro” de Pedro Pastor y tenga ganas de leer a la maravillosa Alejandra Remón.
V: ¿Qué dirías a los lectores para que se llevaran a casa Devagar?
RE: Pues les diría que no necesita muchos cuidados: un poquito de agua, amor en su justa medida y güena música 😉