V: Antonio, cuéntanos un poco más de ti…
RE: Soy una persona, de lo que se ha venido en llamar “Tercera edad”, jubilado, por supuesto, aunque no inactivo, que se ha dedicado durante buena parte de su vida al mundo de la enseñanza y de la educación.
V: ¿Cómo surge la idea de escribir “Algunas historias de algunos curas”?
RE: Con la lectura de algunos libros que se citan en la bibliografía, y conociendo de primera mano otras muchas situaciones relacionadas con el estado clerical, comencé a ordenar algunas de estas cuestiones, más que nada por entretenimiento, las cuales poco a poco fueron cristalizando en el libro que acabáis de publicar.
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V: ¿Qué van a encontrar los lectores en este libro?
RE: Una serie de reseñas biográficas de personas que han
ejercido de sacerdotes, algunas más festivas, otras no tanto, pero todas
tratadas con el máximo respeto y con la máxima objetividad de que he sido
capaz.
V: ¿Qué es, para ti, un sacerdote?
RE: Es una persona, como otra cualquiera, que ha decidido dedicar su vida a la “cura de almas”, es decir, al cuidado espiritual de las personas. Podríamos decir que el sacerdote es como “el médico de las almas que se ocupa de la custodia espiritual de los fieles que están a su cargo”.
V: El sacerdote ha sido una figura muy importante en España durante siglos ¿Qué importancia tiene hoy?
RE: Como dejo constancia en el libro, el “cura”, ha sido a lo largo de los tiempos una figura “superior e influyente” dentro del desarrollo cuotidiano de la vida de una localidad o comunidad determinada. Y si hacemos mención de toda España, o de cualquier otro lugar, no tenemos más que leer la historia profunda de nuestro país para percatarnos de la importancia que la iglesia ha tenido a lo largo de los tiempos, no solo en las cuestiones meramente espirituales, sino en otras que podríamos denominar fundamentalmente materiales.
V: Con Bergoglio parece que la iglesia está cambiando ¿Se está adaptando la iglesia a los tiempos actuales? ¿Debería?
RE: Desde luego que con el actual papa la iglesia está tomando unos nuevos derroteros más acordes con los tiempos actuales. Su antecesor, Juan XXIII, dejó tras su breve pontificado un gran caudal de savia viva en la iglesia, que, tal vez, sus sucesores, y siempre a mi humilde entender, no supieron aprovechar los suficiente. Creo que Bergoglio, que goza de toda mi simpatía, va por el buen camino.
V: ¿Esta la iglesia preparada para sacerdotes casados, mujeres
sacerdotes?
¿Debería la iglesia católica inspirarse en muchas de las iglesias protestantes
que han conservado con más éxito sus fieles en los países desarrollados?
RE: Los curas, por ley eclesiástica, deben permanecer célibes. Es una cosa contra natura, que en no pocos casos ha sido el origen de múltiples desaguisados. Pienso que un estudio en profundidad sobre el tema es absolutamente necesario. Pero, como digo en el texto, “doctores tiene la Santa Madre Iglesia”, y como además están asistidos por el “Espíritu Santo”, será mejor así, sin ningún género de dudas”.
V: ¿Qué deberíamos esperar de un sacerdote? En el fondo es un
humano con todos sus defectos como los demás…
RE: Que dentro de ser humano como los demás, cumpla lo mejor posible con su ministerio sacerdotal, ayudando a sus feligreses en todo para lo que sea requerida su actuación. Indudablemente que, como humano que es, pueda cometer a veces errores, los cuales deberán ser comprendidos y perdonados por todos, siempre que, con la humildad debida, no se crea que, por el mero hecho de ser sacerdote, es miembro “de la clase privilegiada frente a los que formamos parte de la clase de tropa”.
V: ¿Quiénes son tus autores preferidos?
RE: Supongo que se refiere a autores en general. Ciñéndome a literatos españoles, aparte de los clásicos, como Cervantes y Quevedo, he sentido una especial predilección por autores como Miguel Delibes, Cela o Ramón J. Sender. Recuerdo mis tiempos de profesor de literatura, lo que disfruté con mis alumnos y alumnas con la lectura de obras como “El camino”, “Viaje a la Alcarria”, o “Requiem por un campesino español”.
V: ¿Es “Algunas historias de algunos curas” en parte la continuación de
Picaresca y malas artes en el camino francés a Compostela”?
RE: No necesariamente, pero sí, al menos, he incluido dos biografías de personajes muy relacionados con nuestro Camino de Santiago: José Mª Alonso Marroquín, “El cura de las sopas de ajo”, y Elías Valiño, “O cura do Cebreiro”.
V: ¿Qué dirías a los lectores para que se llevaran a casa “Algunas historias de algunos curas”?
RE: Que van a encontrar unas historias escritas con la mayor objetividad, con cuya lectura se van a poder percatar de que hay muchas cosas que merecen la pena hacerse con toda naturalidad, para ser felices en la vida, y en cambio, hay otras, “que son francamente detestables”. Además, cualquiera de vosotros o vosotras, tendrá la última palabra, para dictaminar quienes de los biografiados merecen el título de “reverendos”, y quienes, no. Por mi parte, creo que hay muchos más que lo merecen.
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