Entrevista a Rafael López Molina, autor de «La rosa maldita»

Buenos días, Rafael. Cuéntanos un poco acerca de ti.

Buenos días, un verdadero placer compartir este momento con vosotros.

¿Qué queréis que os cuente?, no soy una persona complicada. Químico, profesor de Secundaria y Bachillerato, hace tiempo aceptable tenista y, desde hace unos años, compagino mi trabajo con la escritura.

¿Cuáles fueron tus inicios en la escritura?

A mí siempre me gustó escribir, como no encontraba la manera de que me publicasen, preguntando y preguntando, una editora me confundió para que, al amparo de 50 sombras de Grey, escribiese algo erótico: La calle muerta. Al final no publiqué con ella, lo hice con otra editorial, pero es mi primera novela en el mercado, eso sí, con un pseudónimo, Rafael León Alfonso. Y tampoco es que fuese muy sensual, como aquello no me atraía mucho, ideé una trama delincuencial con su correspondiente investigación policial, que es el género que realmente me gusta.

¿Qué escritores tienes como referentes?

Prefiero la novela negra, tengo como referente a Lorenzo Silva.

¿Qué géneros te gusta leer y escribir habitualmente? ¿Te planteas aventurarte en otros diferentes?

Como os he comentado, la novela policiaca es la que más me llama la atención. Aunque, para algunos dicen fue mi mejor libro, también me gusta la denuncia social. Con La vida tiene tres tercios disfruté mucho cuestionando el comportamiento de ciertos jerarcas. Esa novela tenía un marcado sello feminista e incluso me atreví a describir ciertas relaciones interpersonales.

¿Tienes alguna costumbre o método a la hora de ponerte a escribir?

Lo que tengo es poco tiempo, como siempre me dice mi mujer, son las musas. Cuando aparecen las musas, me pongo y no paro. Me hace falta una sugestión y, a partir de ese momento la novela avanza. Creo que lo decía Picasso, «cuando me venga la inspiración, que me pille trabajando».

Si quieres adquirir La rosa maldita, lo puedes hacer aquí y recibirlo cómodamente en tu casa

¿Qué van a encontrar los lectores en La rosa maldita?

¡Qué quieres que diga el autor!, una novela extraordinaria… Bueno, simplifiquemos, van a disfrutar con una intriga bastante bien estructurada, donde los responsables de los hechos son capaces de librarse de la justicia una y otra vez, hasta que… No os voy a contar más, eso sería spoiler.

Por otra parte, introduzco temas de actualidad, las nuevas tecnologías, las actuales relaciones laborales, la incorporación del joven al mercado laboral, las pensiones… Aspectos que el lector puede interpretar y discutir. Mi intención es que la novela provoque algún que otro coloquio, sobre todo en materias tan candentes en la actualidad.

Escribir es un proceso en el que se deja una parte importante de uno mismo. ¿Qué hay de personal en La rosa maldita?

Me has pillado, tengo 56 años y pertenezco al colectivo que no piensa más que en la jubilación. Sí, a mí me pasa, también a muchos compañeros, amigos; estamos desilusionados. Hemos dejado muchas horas en los trabajos para que ahora nos conduzcan para dejar el puesto, para quitarnos de en medio.

A la hora de escribir La rosa maldita, ¿qué dificultades te has encontrado y qué te ha resultado más sencillo?

No me ha resultado fácil, no te voy a engañar, ser objetivo. Ciertas partes de la novela han estado condicionadas por experiencias personales y de amigos.

A mí, afortunadamente no me ha pasado, pero conozco a más de un conocido o familiar que ha tenido que dejar el trabajo con una compensación muy inferior a la que se merecía.

¿Qué le dirías a los lectores para que decidan llevarse a casa La rosa maldita?

Van a encontrar dos razones.

La intriga, fundamental, en la novela se relata una investigación policial complicada, con sus vicisitudes, con la pérdida de efectivos humanos, con el menosprecio de los acusados ante las fuerzas y cuerpos de seguridad cuando consiguen librarse de las acusaciones, una y otra vez, mediante estrategias legales.

La realidad social del trabajo, de llegar a fin de mes, de, si eres joven, no encontrar la manera de poder independizarte, lo de sentirse un okupa en tu propia casa. Luego están los otros, los de más de cincuenta que continúan sin tener su vida resuelta, y temen que en cualquier momento les llamen de Recursos Humanos y les comuniquen que ya no se cuenta con ellos.

Durante tus presentaciones, todos los beneficios del libro están destinados a la Fundación CRIS contra el cáncer. ¿Qué puedes contarnos sobre la fundación y tu relación con ella?

Mi idea con esta novela era colaborar con alguna causa social, como tuve la oportunidad de conocer a CRIS contra el cáncer en un acto, no lo dudé.

Me gusta, evidente, su filosofía altruista, pero, además, cuando hacemos una colaboración con alguna ONG, asociación…, siempre nos agrada saber dónde va el dinero y el sistema de CRIS contra el cáncer respecto a que las contribuciones vayan destinadas a proyectos determinados, me convenció.

Tenemos entendido que próximamente harás dos presentaciones, por el momento, de la obra. ¿Qué puedes contarnos sobre ellas?

Por fin he aprendido. Hasta ahora, a las presentaciones que hacía de mis novelas, los que vivían en Torrelodones no acudían a la de Madrid. Yo lo entiendo, después de estar todo el día trabajando, poco te apetece hacerte 30 kilómetros. Por eso y por las facilidades que me han dado, tanto el café moderno en Madrid, como la concejalía de Cultura en Torrelodones, aproveché para desdoblarme.

Además, para ambas cuento con excepcionales padrinos, eso siempre ayuda.

¡No os perdáis la próxima presentación el 28 de junio en Torrelodones!

¿Tienes algún nuevo proyecto literario en marcha?

Tengo dos novelas acabadas que no les doy salida, quizás decir acabadas sea incorrecto, de cada una hay algo que no me gusta, que no me acaba, y las tengo ahí, dando y dando vueltas para ver si encuentro un final más adecuado.

En este caso, las musas no me están acompañando.

¿Qué te ha parecido la experiencia de publicar tu obra con nosotros?

No os tengo que hacer la pelota, desde el minuto uno que decidí publicar con vosotros habéis demostrado una excelente profesionalidad y un cumplimento exhaustivo de las condiciones, pactadas, eso para mí ha sido muy importante.

Además, cuenta la sintonía, enseguida nos hemos puesto de acuerdo para la portada y para la maquetación de los carteles. Os guardo en mi agenda para futuras publicaciones.

¡Gracias por todo, Rafael, y te deseamos mucha suerte con el lanzamiento de La rosa maldita!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *