Entrevista a Juan Méndez Aspano, autor del libro «El hechizo de Sanabria»

Buenos días, Juan. Es un placer tenerte de vuelta presentando tu nueva obra, El hechizo de Sanabria. ¿Qué puedes contarnos acerca de este nuevo libro?

Es un compendio de mis recuerdos de infancia, pues tuve la suerte de pasar un tiempo en estas entrañables tierras y aprendí de sus habitantes cuantas leyendas y cuentos se narraban durante las largas noches al amor del fogón de la cocina familiar.

¿Qué te ha motivado para dar vida a esta obra? ¿Cómo surge la idea?

La añoranza de un tiempo pasado con la ilusión y el misterio compartido de las historias con las que aquellos mayores fueron capaces de atraerme en sus innumerables relatos, y todo ello aderezado con los más tristes y dramáticos sucesos, que nunca faltan en cualquier reducto humano.

¿Qué puedes contarnos acerca de sus personajes?

Algunos de ellos son tan reales y sinceros que no he sido capaz de dejarlos en el anonimato, muy a pesar mío. Pero la ilusión del niño que vivió aquellos momentos me permite añadir mis mejores recuerdos y fantasías. Y, sin embargo, me permiten la licencia de añadir un guion que sea capaz de atraer la mirada y la atención del lector.

¿Cuál es el género de esta obra?

En cierto modo, conlleva una visión costumbrista y plena de curiosidad por la vida rural en las pequeñas poblaciones del, entonces, abrupto territorio de la comarca de Sanabria.

¿Qué significado se esconde detrás del título? ¿Barajaste otras opciones además de El hechizo de Sanabria?

La comarca, de por sí, contiene suficientes misterios y leyendas que enriquecen la curiosidad y fantasía de aquel chiquillo que vivió y conoció. Por todo ello, cabían multitud de títulos y, definitivamente, opté por lo más sencillo y claro.

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Como en cualquier trabajo literario, es fácil dejar una parte de uno mismo en el escrito. ¿Qué hay de personal en esta obra?

Cualquier lector avispado puede descubrir que las vivencias y personajes que se relatan han sido tan reales como pueden formarse en la mente y fantasía de un niño. Así que puedo decir que en todo el relato existe una enorme implicación personal y, gracias a ello, discurre con elementos de verdad y misterio, pues en aquel tiempo lo percibí de ese modo.

¿En qué crees que se diferencia esta obra de tus anteriores libros? ¿Ha evolucionado tu prosa?

Sin duda la prosa ha sido la más beneficiada a la hora de escribir. Pues está claro que la experiencia sigue siendo tan válida a la hora de componer como lo puede ser para el pintor o el arquitecto.

Y, ahora que lo mencionas, encuentro que hay poca diferencia con mis relatos anteriores, en cuanto a que trato y hablo de hechos y experiencias personales, aderezadas con algún que otro rasgo que le de cierta ilusión, fantasía o credibilidad.

¿Cuáles dirías que son las características que definen tu estilo de escritura?

Trato de hacer un discurso fácil de comprender, intento emplear palabras y reflexiones cotidianas y habituales en cualquier diálogo. Porque considero que el relato debe ser algo así, como un diálogo entre el escritor y el lector. 

A la hora de escribir este libro, ¿qué dificultades has encontrado? ¿Qué te ha resultado más sencillo?

Reconstruir las vivencias de un niño para plasmarlas con el lenguaje apto para cualquier lector, adulto o no, es quizá lo más complejo para mí. Sin embargo, con la ayuda de la imaginación del niño que es capaz de recrear a su manera los hechos, modelándolos conforme a su entender, me permite ciertas licencias que de otro modo resultarían inadecuadas en un escrito de carácter literario.

¿Tienes algún nuevo proyecto en marcha? ¿Te gustaría probar con otros géneros literarios?

La tentación de entrar en el territorio del relato policíaco o en el mundo delincuencial es muy fuerte. Pero carezco de la experiencia y conocimiento necesario y puede resultar un fracaso.

Prefiero que mis relatos se dirijan a los acontecimientos habituales de lo cotidiano de nuestra vida, que, a fin de cuentas, nos pueden suministrar temas y guiones en tal cantidad que serían inagotables.

Si estamos atentos a las conversaciones entre amigos y vecinos, o simplemente abrimos el periódico de cada día, podemos encontrar temas para escribir cientos de relatos tan variados como curiosos e interesantes. El lugar más apropiado para ello lo encontraremos en la barra del bar, donde entre amigos se cuentan infinidad de casos e historias dignas de ser noveladas. Auténticas novelas de misterio, amores fallidos o no, delitos, engaños y toda clase de audacias humanas.

¿Qué le dirías a los lectores para que decidan llevarse a casa El hechizo de Sanabria?

La curiosidad por conocer las leyendas e historias de aquella zona supone un potente estímulo para leer. La mayoría de los habitantes de las ciudades procedemos del mundo rural y la semilla de donde venimos siempre estará dispuesta a desarrollarse y germinar si se le da el estímulo necesario: “la lectura”. 

¡Gracias por tu tiempo, Juan! ¡Te deseamos mucha suerte con el lanzamiento de El hechizo de Sanabria!

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