Como corregir un libro: guía practica paso a paso

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Todos los escritores del mundo comienzan sus obras redactando ideas… esas ideas que si corriges al tiempo que las anotas pueden irse por un lado inesperado y hasta hacerte retroceder para comenzar de nuevo. La libertad para escribir es un tesoro… úsala y encárgate de los detalles y la estética al final.

Por lo general, cuando se escribe una obra su autor empieza dejando fluir todos los pensamientos que vienen a su cabeza de forma coherente y que dan sentido al relato de su historia. Sin embargo, en ese momento el editor crítico interno no tiene cabida… sólo destilan diversas frases y oraciones únicas y propias del escritor.

Una vez que ha finalizado el proceso de escritura, los autores observan que han elaborado solo un borrador que necesita ajustes para proporcionarle los retoques estéticos que se han olvidado. Es un material inédito lleno de errores ortográficos, gramaticales y metáforas un poco torpes.

Por tanto llega el momento preciso para dejar actuar a ese escritor crítico que todos llevamos dentro. Ese que indica lo que está bien y lo que definitivamente debe modificarse o cambiarse para siempre. Es allí donde comienza realmente el proceso de corrección de su libro.

Cada escritor tiene diferentes maneras de trabajar. No existe una fórmula secreta o un manual absoluto acerca de la forma correcta de hacer la corrección de un texto propio; sin embargo, sí  tenemos una serie de consejos y pasos que sirven de guía para ello, en especial cuando se trata de una obra escrita por primera vez.

Recomendaciones para corregir un libro.

corregir un libro

Para facilitar los procesos de corrección de un libro, te presentamos una serie de recomendaciones que pueden ayudarte a realizar esa labor sin morir en el intento, tales como:

Escribe notas.

Una vez que comienzas a escribir y tus ideas surgen solas no hay tiempo para correcciones. Cuando culminas cada sesión debes leerla para estudiar la coherencia del texto. Esto te ayudará a identificar los detalles a corregir; para no perder alguno puedes escribirlo en tus notas, resaltándolas en colores según el tipo de corrección a ejecutar.

Descanso.

El proceso de corrección de un texto es bastante agotador a escala mental. Por ello, algunos escritores prefieren tomarse un tiempo de descanso tras la elaboración de su primer borrador para desligarse un poco de la obra. Lo mejor es dedicarse a otras cosas y retomar la lectura entre cuatro y seis semanas después.

Esto se hace con el fin de iniciar un proceso de corrección desde un punto de vista mucho más crítico y menos subjetivo. Por supuesto, no es una regla inquebrantable, pues algunos autores prefieren prescindir de este paso y seguir con el trabajo. Es una decisión propia.

Lectura inicial.

Una vez que retomas la obra, conviértela en un archivo no editable y realizas una lectura rápida, con el objetivo de analizar la estructura del libro, la coherencia del texto en relación con el argumento, el papel de cada escena, entre otros aspectos que te ayudarán a identificar si algo está mal con el texto en general.

Reescribe.

Para iniciar la fase de corrección es buena idea acudir a las notas que elaboramos previamente durante la redacción. Allí se comienza con las más prioritarias, sin un orden cronológico, pues el objetivo es aprovechar el tiempo y dedicarlo más a la identificación de errores importantes.

Otro aspecto importante en este punto es recortar. Aun cuando para los autores es doloroso recortar parte de sus obras a veces es necesario recurrir a ello para para proporcionar la coherencia y el sentido adecuado a la historia que se está contando.

Revisión de detalles.

Una vez culminado el paso anterior es recomendable dejar reposar la obra y tu mente por unos días. Posteriormente realiza una segunda lectura de todo lo que llevas corregido para asegurarte que las descripciones, ubicaciones, fechas y la manera de hablar de todos los personajes sea la correcta. La coherencia es indispensable para que la obra sea válida.

Retoque.

Cuando ya estás seguro que el texto escrito posee la linealidad y coherencia necesaria es el momento de recurrir a los retoques sencillos y las correcciones de estilo. En este punto es necesario tener en cuenta algunos aspectos importantes como:

  • Evita los adverbios que culminan en “mente”: Es válido el uso de los adverbios que terminan en “mente”, sin embargo, abusar de ellos produce un efecto atropellado y confuso en los textos. Procura eliminarlos si detectas un uso excesivo de ellos.
  • Usa oraciones lógicas: Es importante llevar la secuencia de las oraciones correctamente: sujeto-verbo y predicado. Esto proporcionará una buena sintaxis a los textos. En caso de que te surja una duda en relación a una oración lo mejor es borrarla o cambiarla para proporcionarle el orden adecuado.
  • Utiliza los adjetivos de forma adecuada: Todos los adjetivos deben colocarse después del sustantivo. Aunque algunas personas tienden a anteponerlos, esto produce un efecto confuso y tosco. Recuerda bien las reglas gramaticales para lograr la claridad y sencillez del texto.
  • Aplica la economía de las palabras: Muchas de las palabras escritas inicialmente en el borrador sobran. Tanto la utilización de adverbios como el gerundio en exceso dañan un texto que puede ser interesante. Elimina todos esos elementos que obstaculizan la lectura y convierte el texto en algo ameno. Procura también descartar el uso de palabras cuyo significado desconoces.
  • Usa metáforas con sentido adecuado: Las metáforas en un texto pueden ser embellecedoras siempre que se utilicen de la manera correcta. Te recomendamos utilizar algunas frases originales; es decir, evita la repetición de metáforas antes leídas o escuchadas, pues la idea no es que tu obra esté llena de clichés. Al usarlas sé tan elegante y sofisticado como puedas.
  • Evita las subordinadas: Una de las cosas que hacen más sencilla y fluida una lectura son las frases cortas. Elimina por completo de tu texto todas las frases subordinadas, extremadamente largas que hacen que se pierda el sentido de la oración.
  • Recuerda que los lectores prefieren los textos “digeribles”. Llenar de frases complicadas un libro sólo hará que obtenga críticas negativas porque les creará demasiadas confusiones. Cuánto más fluido sea el texto más agradable resultará al lector.
  • Por supuesto, dependiendo de la historia puedes insertar intencionalmente una frase compleja para que resalte del resto del texto. Si no abusas de ello seguro captará más la atención de tus lectores.
  • No abuses de los conectores: Los conectores son muy útiles en la escritura de diversos artículos, ensayos y documentos legales, pero para los libros no es lo más adecuado. Recuerda que si estás narrando una historia y debes explicar por segunda vez algo, significa que no lo dejaste muy claro desde el principio. Si tienes coherencia y escribes de forma concisa no tendrás que recurrir a conectores en tu historia.
  • Usa los verbos correctamente: Los verbos son los que determinan el tiempo en el que se desarrolla una historia. Por ello, es importante no mezclar verbos imperfectos con perfectos porque el texto perderá un poco de coherencia y podría confundir a tus lectores.
  • Evita el uso de muletillas: Todos los escritores tienen algunas frases, expresiones y palabras favoritas que tienden a incluir de más en sus textos sin darse cuenta de ello. Si las encuentras de forma repetitiva en el texto no dudes en eliminarlas por completo.
  • Por supuesto, hay ocasiones en que el autor las escribe con toda la intención para crear un efecto determinado durante la lectura. No obstante, incluso en esos casos deben utilizarse de la manera más adecuada para evitar la inclusión de palabras de más.
  • Cuida la rima del texto: La rima debe utilizarse con total conciencia de que no a todos los lectores les parece agradable. Si notas demasiado uso de este recurso literario es mejor modificar el texto, excepto que tu intención sea esa.
  • Usa la puntuación de forma correcta: Un aspecto muy importante para dar sentido y vida a los textos son los signos de puntuación. Los dos puntos, la coma, el punto y coma, son elementos muy valiosos para cualquier escritor, siempre que los utilice de manera adecuada. Procura nunca colocar las comas detrás del sujeto. Eso es un error garrafal.
  • Simplifica el texto: El exceso de explicaciones para plantear algo en un texto es muy agotador para el lector. Por ello es mejor escribir frases de forma sencilla. Aunque parece fácil en realidad no es algo que se hace a la ligera, pues se requiere destreza y un buen uso del lenguaje para sustituir frases muy largas por cortas que tengan el mismo sentido.

Leer el texto en voz alta.

Para identificar si las frases escritas tienen el sentido que deseas darles te recomendamos leer el texto en voz alta. Esa es una manera sencilla de detectar los errores que hacen que el texto suene extraño o muy complicado. Una vez que los detectes corrígelos.

Una vez que has terminado el proceso de corrección de tu obra, debes descansar un poco e iniciar los trámites necesarios para gestionar su publicación y divulgación.

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En Vivelibro, además de ofrecer un servicio integral de edición y publicación, podemos ofrecerte servicios a medida como:

Informe de Lectura: Uno de nuestros editores realizará un informe en el que se verá reflejada una valoración crítica de la obra, así como las propuestas pertinentes para mejorarla.

Corrección de estilo y ortotipográfica: Un equipo de profesionales se encargará de corregir tu obra, aplicando claridad al texto, dejándolo libre de erratas y faltas de ortografía.

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