Cómo buscar inspiración para tus libros

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Querido escritor, ya sabemos que la inspiración viene y va, que de la misma forma tienes un momento de lucidez que te quedas sin ideas. No te preocupes, en este post te ayudaremos a encontrar ese aliento que te falta para tu libro. En el anterior artículo hablábamos de la importancia de distraerse y darnos un tiempo para disfrutar de otras actividades creativas que nos llamasen la atención y dejar llevar nuestra creatividad. En este caso, te recomiendo que pruebes a abstraerte, es decir, que dirijas toda tu atención en un pensamiento aislándote de lo que te rodea. Al concentrarte tanto en el tema que te tiene cautivado, como es la historia de tu libro, tu cerebro no pensará en otra cosa y las ideas surgirán solas.

Decía Jack London, un gran escritor estadounidense, autor de 45 libros, que “no puedes esperar a que la inspiración llegue hasta ti. Has de perseguirla con un garrote”. Fíjate en los pequeños detalles, en cualquier rincón de tu imaginación hay una gran idea, pero tienes que esforzarte en encontrarla. Puede estar en un sitio tan obvio como en un blog de algún escritor que te guste. Pon interés e indaga en lo que motiva a otros autores que se han visto alguna vez en la misma situación que tú. Vuelve a leer esa novela que tanto te gusta de tu autor favorito o atrévete con ese libro que nunca te ha llegado a convencer, no dejes escapar ninguna oportunidad.

Párate a vivir

Te hablaba antes de los pequeños detalles. Vivimos tan deprisa y tan inmersos en nuestro mundo que nunca nos paramos a escuchar a los demás. Quién sabe si escuchando la conversación de unos estudiantes esperando al metro puedes encontrar un aporte para tu libro, o escuchando a las vecinas, que tienen tantas historias que contar y poca gente que les preste atención.

Además de escuchar, observa. Vivimos sumergidos en las pantallas de nuestros móviles pensando que tenemos todo el mundo en nuestra mano. Es cierto, pero el mundo real es mucho más atractivo. Pasea, siéntate en un parque y contempla la naturaleza, el discurrir de la vida, la cotidianeidad que nos invade. ¿Hace cuánto que no te sientas en un banco de un parque y escuchas a los pájaros?  

Lee, escucha, observa y aprende

¿Eres lector de revistas? Puede ser que no sea un medio que te llame la atención, o que te dejes guiar por las típicas revistas que hay en los quioscos, que suelen ser del corazón. Pero si te sumerges en el mundo literario, descubrirás publicaciones realmente interesantes que pueden abrirte un camino que quizá nunca te hubieras planteado.

Lee noticias, estate al día de los acontecimientos de tu alrededor, indaga más allá de lo que muestran los telediarios o los periódicos para no ver siempre los mismos sucesos. Nunca sabes en qué caso puedes encontrar tu musa. Escucha la radio, esa fiel compañera de vida que nunca nos abandona, que siempre tiene algo que contarnos. Hay gente que dice que gracias a la radio nunca se siente sola, que le da esa compañía que a veces nos falta o esa soledad que a veces necesitamos. Párate a escucharla y quizá te inspire la vida o algún problema de la gente de a pie de calle. Gracias al desarrollo tan rápido de las nuevas tecnologías, podrás escuchar podcast de todos aquellos temas que te interesen y que no se traten en radios convencionales.

Toca géneros que no sean de tu estilo. Aunque no te guste escribir poesía porque no se te dan bien las rimas, prueba a leerla y deja que el ritmo y la delicadeza que caracterizan a los poemas invada tu alma y tus pensamientos. Actualmente hay muchos bares que permiten a los escritores ir a leer sus poemas y cada vez hay más recitales, suelen ser gratuitos, así que anímate y visita alguno.

Ve series y películas. Ahora que están tan en auge las series y la facilidad que tenemos para consumirlas gracias a plataformas como Netflix o HBO, no tienes excusa para buscar la que más te atraiga y dejar que tu imaginación fluya. Con la gran oferta que hay, seguro que encuentras alguna acorde con tus gustos.

Visita museos. Como artista que eres, sabrás apreciar obras de otros colegas tuyos, en este caso pintores. En cualquier ciudad de España hay museos y salas de exposiciones que esconden miles de historias, algunas más que conocidas, y otras aún por descubrir. Lo mismo ocurre con la música, fiel compañera en nuestros viajes al trabajo, a casa, o de vacaciones. Si estás cansado de escuchar siempre la misma música, o no te trasmite emociones nuevas, prueba a escuchar listas de reproducción que recopilan canciones del mismo estilo. Por poner un ejemplo, en Spotify encontrarás playlist como ‘inspiración’, ‘relax’, ‘chill hits’… O por el contrario, puede darse el caso que necesites canciones más animadas como el pop, la bachata o el rock. No hay problema, en Spotify o Youtube encontrarás con la canción adecuada.

Ellos te dirán en lo que fallas, no lo que quieres oír

Apóyate en tu familia y amigos. Habla con ellos, cuéntales tus inquietudes, o charla simplemente de temas de la vida. Te aportarán un punto de vista diferente, harán críticas constructivas de tus ideas y te darán las suyas propias. Aprovéchalo y no lo veas como un ataque.

Los niños siempre dicen la verdad y nunca sabes por dónde van a salir. Si tienes hermanos, primos, sobrinos, vecinos pequeños, pasa tiempo con ellos. No importa los años que haya de diferencia entre vosotros, ten claro que de los peques siempre aprendemos algo, tienen una forma diferente de ver el mundo y sus problemas distan mucho de los nuestros. Cuéntales tus problemas, te dirán lo que piensan sin tabúes y quizá te den una solución tan increíble como sencilla de aplicar.

Hacer deporte ayuda a la mente

Incluye una rutina de ejercicios en tu día a día. Sal a correr, apúntate a clases grupales al aire libre, ayuda a tus pensamientos a que discurran en un ambiente nuevo. Hacer deporte también favorece psicológicamente, te despejas de tu caótica y estresante rutina, respiras aire fresco, conoces a gente nueva y sitios que nunca hubieras llegado simplemente con pasear.

Si prefieres hacer ejercicio más relajantes, apúntate a yoga, pilates o medita en tu casa. Enciende incienso y conecta con tu interior. ¿Hace cuánto que no le escuchas?

Huye de lo “normal”

Olvídate de lo convencional. Prueba a pensar en dos conceptos totalmente diferentes e intenta conectarlos. No descartes ninguna idea por absurda que sea, apunta en un cuaderno todas las que te vayan surgiendo y, quien sabe, quizá hayas creado el hilo conductor de tu historia inconscientemente.

Haz lo que más te gusta de una forma distinta a la que estás acostumbrado

Únete a un grupo de escritura. En España hay más de 93 grupos de escritura creativa con un montón de autores con tus mismos intereses y que seguro se han encontrado en la misma situación que tú. Aprende de ellos y comparte tus inquietudes. Siempre hay algo nuevo que aprender y nos lo suelen enseñar personas imprevistas.

Escritura libre. Hazte un diario y escribe cada día cómo te sientes. Nada más despertarte escribe lo que has soñado (si te acuerdas) y qué sensaciones te ha producido: placer, miedo, seguridad, creatividad, angustia… Plasta tus emociones en papel y cuando te vayas a sentar para escribir léelo y dale una vuelta, ahí puede estar la trama de uno de tus personajes. En los sueños nuestra imaginación está en su momento pleno, pues nosotros no la estamos forzando y nos demuestra la gran capacidad creativa que tiene. No la dejes escapar, exprime todas esas ideas que existen en tu mente.

Los cambios siempre son para mejor

Igual la solución es mucho más sencilla y el problema es que estás saturado de escribir en el mismo sitio. Prueba a cambiar de escenario, escribe en otra parte de la casa, cambia de paisaje o de ambiente. Cambia los objetos que tengas alrededor de tu ordenador, el fondo de pantalla o incluso las carpetas que veas nada más encenderlo. Rompe con la rutina que tienes establecida de manera innata. Antes te decía que aprecies los pequeños detalles, en este caso también pueden ser “perjudiciales” para tu inspiración. Puede que hayas utilizado bastantes recursos de tu casa y lo que necesitas es escribir en una biblioteca, en un café o en un mirador.

En definitiva, lo que tienes que hacer es ir convirtiendo algunas de las actividades que te he propuesto en hábitos y ejercitar cada día tu creatividad. Aunque no lo creas, la tienes. Cuando te dedicas a escribir diariamente, es normal que te quedes sin ideas o que te bloquees, pero hay algo dentro de ti que sabe que debes continuar con ello y que esto es tan solo un bache en el camino.

Refúgiate en ViveLibro

En ViveLibro contamos con un grupo de profesionales que te ayudarán en cualquier momento, no dejarán que tires la toalla y te asesorarán en todo lo que necesites. Aunque eso sí, el primer paso lo tienes que dar tú, no quedarte en la cama llorando porque no te viene la inspiración, recuerda que tienes que ir tú a por ella.

 

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